miércoles, 12 de noviembre de 2014

Maldita ola


Miro a nuestro pequeño y no puedo evitar recordarle, un mes después de aquella pésima noticia que no queremos acabar de creer. Su muerte. En mi cabeza resuenan el eco de sus consejos, sus explicaciones, su interés por nuestro estado de ánimo y nuestro descanso.

"¿Qué tal estáis?", solía preguntar, al acercarse a la incubadora para darnos el parte de cada mañana. Y nosotros contestábamos haciendo alusión al bebé: "Parece que está mejor que ayer, más tranquilo al menos"; "Se le ve molesto porque no hace cacas"; "Hoy está sonriendo más que nunca"...

"No. Pregunto que qué tal estáis vosotros", aclaraba. Y te descolocaba.

Cómo estaba nuestro bebé ya lo sabía él, mucho mejor que nosotros. Fue uno de sus quebraderos de cabeza de la pasada primavera. Tuvo que pensar y repensar mucho para darle el grandísimo empujón que necesitó para seguir entre nosotros. Lo logró. Un nuevo reto superado, acumulado a muchos otros. Cientos.

Así era Javier Guibert, el médico que sacó adelante a nuestro hijo, su diminuto tocayo, un trocito de vida que llegó a sus manos con 730 gramos y unos pulmones pobres de solemnidad.

Nos explicó decenas de veces lo que le sucedía a nuestro pequeño con palabras muy parecidas a éstas: "Es como si Javier tuviera una ola a la altura de la nariz. Él lucha por respirar, hace un esfuerzo tremendo por permanecer a flote, pero cualquier movimiento del mar por mínimo que sea provoca que se ahogue. Es un desgaste muy importante, como si estuviera todo el tiempo corriendo un maratón. Lo que tenemos que intentar es que esa ola que ahora le ahoga vaya bajando de nivel".

La metáfora de la ola. La metáfora del maratón. Sus jarros de agua fría, servidos en ocasiones de dos en dos, para que no bajáramos la guardia. Todo sirvió para bien. Nos curtió y ayudó a partes iguales.

Contra lo que la gente pensó al conocer el abrupto final de mi embarazo, nuestro drama no fue tan grande precisamente gracias a él. Nos hizo sentir en las mejores manos. Vislumbramos desde el principio una persona brillante, un genio del gremio, un sabio de los que abren caminos. Un insustituible de mirada aguda, pocas palabras superfluas y buena puntería. Secó nuestro caudal de lágrimas para llenarlo de ganas de salir adelante.

Nos implicó como padres en la tarea hacer progresar a Javier haciéndonos creer en la importancia crucial del método canguro y la lactancia materna, aunque nosotros en el fondo nos sabíamos prescindibles, rendidos a la evidencia de que sin él y su equipo no había mucho que hacer.

Guibert ha sido uno de esos seres que te encuentras en el camino y te recuerdan el modelo de persona que te gustaría llegar a ser. Hoy es ese ángel que sentimos revoloteando sobre nuestras cabezas, vigilando cómo evoluciona nuestro pequeño, corrigiendo, señalándonos lo esencial para que no nos distraigamos con lo prescindible.

Desde luego que yo ya voy tarde para llegarle a la suela de los zapatos, pero siento -y el padre de la criatura conmigo- que no podemos tener mejor referencia para encaminar los pasos de este otro Javier que ocupa nuestros días (y noches). Un superviviente que representa solo una pequeña parte del inmenso legado de bebés prematuros que han renacido en los últimos veinte años bajo la batuta de Guibert.

De su mano lucharemos por subir a lo más alto de las olas que aún nos acosan.

Malditas olas. Tan crueles. Tan inevitables.

Allí arriba, en la cresta, nos encontraremos. Tan ligeros como espuma.





6 comentarios:

  1. Conozco esa playa como la palma de mi mano. Me he criado en ella. La fatal noticia que comentas fue todo un impacto.

    Hoy llego a tu blog desde el Diario de Navarra, por estas casualidades de la vida. Esta emotiva entrada hace que aún me impacte más.

    Os deseo fuerza en la aventura de ser padres. Y ánimo. Y felicidad.

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  2. Impresionante blog, te escribo con lagrimas en los ojos, yo y mi mujer estubimos en la misma situación que tu y a pesar de no tener el mismo resultado, no te puedo desear mas que seas muy feliz con tu hijo.
    Después de estar allí casi cinco meses hace ya trece años no se si se acordaran de nosotros y de mi txikitin, Pablo, que fue todo para nosotros mientras estubo, no tubimos la suerte de llevarlo a casa, pero el recuerdo es imborrable, el de el y el del servicio de neonatos, aquel doctor Egues, un crak, Guibert en a que entonces un chaval recién entrado al servicio, Sagrario, ja, Sagrario todo alegría y desparpajo, a pesar de saber que pasaba y como transcurrían las cosas.
    Allí había muchas mas enfermeras que ahora no recuerdo y no están pero que nunca podre agradecer todo lo que hicieron por mi y por mi hijo.
    Bueno te escribir hasta aburrir pero no es plan, cada 11 de septiembre miro al cielo y creo que una de esas estrellas es mi txiki, tiene que ser feliz allí donde este, pues aquí no conoció el desamor, y no recibió mas cariño, si nació ese día fatirico que paso la historia y todo el mundo se encarga de recordarmelo.
    Sin mas, un abrazo.
    A sea criatura un beso, y a esos padres vida para disfrutarlo.

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  3. Impresionante, Pablo, cuánto lo siento. Menuda lucha. Y que lo recuerdes xon esa paz... Escribe, escribe, ayuda mucho, qué te voy a contar. Un abrazo

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  4. Que bonito, es muy triste lo que le ha pasado pero precioso todo lo que escribes!! He llegado a tu blog a través de alguien que compartió esta entrada en facebook... bueno creo que antes pasó por mucha gente. Y me alegro de haber llegado, tienes un blog precioso!
    Mi marido es pediatra y leer todo esto me hace dar cuenta de como es de importante su trabajo y como lo agradeceis los padres. Procuraré recordarlo cada vez que vuelva tarde o esté "insoportable" después de una guardia.
    Os iré siguiendo, para ver lo bien que evolucionará vuestra cosita :)

    Mònica. tresacasa.blogspot.com

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  5. Lo siento mucho. Yo estoy con todos los profesionales que tanta dedicación brindan a nuestros chiquitines luchadores. Muchos abrazos gigantes.

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  6. Mi niña,Alba también estuvo en sus manos , nació con ,755gramos y llegó a pesar 580gramos. Era un fenómeno, hace tres años,hoy salió tras 74 dias..y esta siempre en mi recuerdo

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