miércoles, 7 de enero de 2015

Tiempo de cerezas

Seguimos inmersos en un tiempo difícil, intentando encontrar algún brote que se convierta en una flor comestible, para tragárnosla sin masticar ni pensar. Rescato el poema de Jean Baptiste Clement para dedicárselo a mi abuela, capitana general de nuestra casa, que hoy se ve obligada a retirarse a unos cuarteles de invierno que jamás le hubiera gustado pisar.

Ella fue quien me enseñó a engancharme pares de cerezas en las orejas, para simular los pendientes efímeros de una infancia feliz a su lado.

Me cuentan que en el camino había niebla, pero no ha faltado la conversación y la risa. Nos quedamos con un nudo en la garganta, cruzando los dedos para que encuentre el cariño y la simpatía que siempre ha sabido generar a su alrededor.

No te dejes caer, abuela. Aún tienes mucha guerra que dar y otros biznietos que conocer. Monta una nueva revolución en ese sitio, cantando a pleno pulmón, como solías, hablando sin parar. De cualquier cosa.

Cuando vuelva el tiempo de las cerezas
el ruiseñor alegre y los mirlos burlones
estén todos de fiesta,
las muchachas tendrán pasión en sus cabezas
y los enamorados, sol en el corazón.
Cuando vuelva el tiempo de las cerezas

silbarán mejor los mirlos burlones.
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas,
cuando las parejas entre ensueños
van a cortar pendientes para sus orejas.
Cerezas de amor con sus trajes iguales
que ruedan bajo las hojas como gotas de sangre
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas,
pendientes de coral que se cortan soñando.
Cuando estéis en el tiempo de las cerezas,
si acaso teméis las penas de amor,
evitad a las hermosas mujeres.
Yo, que no le temo a las penas crueles,
no viviré ya un día sin sufrir…
Cuando estéis en el tiempo de las cerezas
vosotros también tendréis penas de amor.
Por siempre amaré el tiempo de las cerezas.
De aquel tiempo guardo en el corazón
una herida abierta.
Y aunque se me ofreciera la diosa Fortuna,
jamás podría calmar mi dolor.
Por siempre amaré el tiempo de las cerezas,
y el recuerdo que guardo en el corazón.

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