viernes, 6 de marzo de 2015

Fuera de plazo




Bye, bye, oxígeno.
Hoy por fin ha salido el sol y se llevan las bombonas de oxígeno de casa. Eso es un viernes en condiciones.

Se acerca la primavera y se alejan los fantasmas del invierno, que ha sido más amable de lo que esperábamos con nosotros. Gracias, señor invierno. El año que viene esperamos el mismo trato de favor.

Con el subidón de vitamina D, hemos aprovechado para hacer a bichín una sesión de fotos vestido de Olentzero, para así descoser de una vez los remetidos del traje y guardarlo para las próximas navidades (y las siguientes, y las siguientes, y las siguientes, que los abuelos nos lo compraron con vistas a un futuro lejano, casi preadolescente).

Y así hemos pasado la mañana, con un mini señor del carbón que todavía no tiene fuerza para estar sentado y ya quiere ponerse de pie y saltar como un loco, preferentemente sobre las partes nobles de cualquier varón que se ponga a tiro.

Un poco fuera de plazo todo, pero así parece que funciona esta familia de un año a esta parte. Y tiene su punto, para qué negarlo.

Estamos tan felices ya atareados que no encontramos palabras ni tiempo para expresarlo en condiciones, pero queremos al menos compartir esta sonrisa de nuestro tesorillo, que tiene una paciencia infinita con sus padres, y que, como bien dice Miguel de sus pequeñas Paula y Lucía, la mayoría de las veces nos cuida más a nosotros que nosotros a él.

Secreto de prematuros. Quien lo probó, lo sabe.

Un Olentzero para recibir la primavera. Por qué no. 




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